La imposibilidad de lograr el embarazo repercute de lleno en la sexualidad de la pareja. Frustraciones, ansiedad y baja autoestima llevan a la pérdida del deseo y los tratamientos, muchas veces invasivas, quietan espontaneidad al encuentro sexual. ¿Cómo sobrellevarlos?
En las primeras fases de de los tratamientos para lograr la gestación, mientras se utilizan las técnicas de baja complejidad, se trata de que las parejas tengan relaciones durante los días fértiles. Y hay una invasión de la sexualidad de la pareja: se indican fechas y ciertas posiciones.
Luego de tener relaciones, la mujer tiene que ir inmediatamente al ginecólogo. La pareja siente que está en la cama rodeada de un equipo académico. También suele suceder que las relaciones sexuales mantenidas durante los días fértiles pueden ser menos satisfactorias.
El control de la temperatura basal, por ejemplo, implica la pérdida de la privacidad en la pareja, por que, en esa cartilla que luego verá el equipo tratante, se deben anotar los encuentros sexuales que la pareja mantuvo a lo largo del mes. Además, es el termómetro- y no la pareja- el que decide cual será el momento de tener sexo.
