Sí: la mayoría de los participantes de la encuesta de Trojan se revelaron como más tradicionales a la hora de irse a la cama: la postura del misionero gana por un 36%, seguida muy de lejos por el “doggie” con un 17% y el misionero invertido con un 14%.
¿Conservadurismo o poca inventiva? La cuestión queda aún más en al aire si se considera otro resultado de la encuesta. Y es que el sexo oral va ganando terreno por encima de la tradicional penetración: 48% de las participantes prefieren las dotes orales de sus parejas que otras escuelas amatorias.
¿Ha llegado el momento de renunciar al Kama Sutra?