¿Por qué muchas personas van de un empleo a otro sin encontrar uno que les venga bien? El trabajo implica muchos aspectos de la vida y debemos reflexionar sobre cuál es su sentido y si en nuestro interior no yacen debilidades que nos impiden disfrutarlo.
El campo laboral es importante porque insume la mayor parte de nuestro tiempo de vigilia. De sus resultados, en especial del ingreso, depende lo que hagamos fuera de él. En el trabajo no sólo producimos bienes y servicios, sino que nos relacionamos con los demás y nos transformamos a nosotros mismos: cómo trabajamos, en qué condiciones y bajo qué coacciones dependerá, también, cómo acabemos siendo física, anímica e intelectualmente.
La situación actual
Hoy sentimos que la acumulación de dinero no basta para sostener el interés en la tarea. Buscamos trabajar en algo que genere los ingresos que necesitamos para «darnos nuestros gustos», pero que también nos permita valorar otras dimensiones: el vínculo con los demás, nuestros gustos y la relación con nuestro tiempo de vida.
Un mozo, un psicoanalista, un músico serán tanto «mejores» para sus clientescomo para ellos mismos cuanto más gustosos estén en su tarea.
Esto requiere estar alerta, degustar lo que se hace, sentir orgullo y tener la sensación de que «vale el esfuerzo» por lo que hacemos.
Un mal común
No existe quien no haya tenido, en algún momento, conflictos con su trabajo: por dónde trabaja, por cómo lo hace o por lo que hace. Aunque también porque haciendo lo que le gusta, no consigue ganar lo que quiere. En el caso límite de quienes van de frustración en frustración, es importante examinar hasta qué punto tienen en cuenta: el sentido del trabajo, el gusto por él, la capacidad de «venderlo», el tipo de relaciones con los demás y con el propio tiempo.
¿Trabajo o tortura?
¿Cómo hacer bien algo que detestamos o que nos aburre? Para que no sea un suplicio, el trabajo tiene que despertar interés, ser estimulante y gustoso.
El esfuerzo es un componente necesario. Descreamos de la ética que concibe al trabajo como «sacrificio»: es importante que aprendamos a gozar de él.