En muchas ocasiones la leyenda urbana de los sueños eróticos juega malas pasadas a aquellos que los tienen. Y es que por sabiduría popular, por llamarle de algún modo a lo que se dice por tradición, se supone que además de ser hasta cierto punto un pecado, los sueños eróticos son un modo de expresar las fantasías que tenemos y que nunca hemos practicado. Y aunque hay cientos de versiones de expertos en la temática en la que cada cuál opina de forma diferente, actualmente se ha llegado casi a un consenso científico en el que los sueños eróticos son más bien una manera de liberar las tensiones del día a día.
Eso quiere decir que soñar con algo que por lo general no practicamos cuando estamos en la cama, no es que deseemos hacerlo, sino que nuestro subconsciente nos juega ahí una mala pasada para de esa forma liberar un problema que hemos acumulado y que no tiene porque estar relacionado con el tema sexual.
Al contrario que Freud, que todo lo asimilaba al sexo, ahora la comunidad cree que en realidad el sexo puede funcionar como forma de resolver otro tipo de conflictos que nada tienen que ver con la práctica sexual en sí misma, y los sueños eróticos podrían funcionar de ese modo. O sea que no te preocupes, y disfrútalos, que al fin y al cabo son también una parte de nuestra vida con todo el tiempo que echamos durmiendo.
Imagen: pacomexico