Ellos dicen: «Las mujeres son todas iguales: histéricas», mientras que ellas replican: «No hay hombres». Nos preguntamos: ¿Hasta que punto es responsabilidad de los demás y no propia? ¿Te consideras un soltero o soltera crónico/a? Chequea los consejos que nos continúan dando los especialistas sobre por qué es tan difícil formar una pareja.
Los míos
Cada uno proviene de una familia que le ha transmitido valores y formas de vincularse. De acuerdo a ellos, y al lugar que se ha ocupado, se configurará el marco sobre el cual construiremos las relaciones con los otros. En consecuencia, muchas de las limitaciones que se juegan al momento de constituir una pareja tienen que ver con marcas en nuestra historia.¿Perfectos?
Lo singular se conjuga con las demandas sociales que, en la actualidad, se miden en ideales de éxito, de uniformidad en la belleza, de borrar las diferencias que se traducen en las quejas: «Todos los hombres son iguales/ Todas las mujeres son iguales». Buscando la perfección, nos aislarnos y abrimos paso a las inseguridades ya que nos resulta imposible alcanzar el ideal, y mientras tanto, dejamos de tender puentes que nos permitan encuentros reales con personas reales.
Aceptar las diferencias
El primer tiempo del enamoramiento, aquel que nos da la ilusión de ser uno con el otro y donde no hay diferencias, inexorablemente ente pasa, dando lugar a que se manifiesten las diferencias. Si se acepta que el otro no es como uno quiere que sea, y se puede amar en esos rasgos diferenciales, se abre la posibilidad de una relación más comprometida y la viabilidad a concretar un proyecto común: se establece una relación en base al deseo y no a la necesidad.