La verdad es que hay muchas exparejas que consiguen mantener una relación de amistad con sus ex. Yo soy de las que lo hacen, pero creo que para conseguir que esta sea sana hay que partir de una base igual para los dos: que ninguno puede sentir por el otro nada relacionado con el amor, aunque claro está siempre queda un cariño que permite que queramos que esa persona esté bien.
Pero hasta ahí se pone el límite. Es más conozco personas que son de las que creen que se puede tener sexo con un ex sin que pase absolutamente nada, pero yo soy bastante contraria a esa idea, ya que de irse a la cama a enamorarse de alguien con quien hemos compartido momentos importantes de nuestra vida hay solo un paso, y es una línea muy fina.
Las ventajas que puede significar tener sexo con un ex comparadas con las desventajas del asunto son muy pocas. Ya que puede que el placer del instante en un momento de pasión nos parezca motivo más que suficiente, pero, se han preguntado ¿que pasaría con la amistad si uno de los dos vuelve a enamorarse? ¿Qué pasa con las razones que les llevaron a dejarse? ¿Y si lo del sexo va a más y los problemas del pasado resurgen? Mejor es no complicarse la vida con sexo con ex, el ex es un ex, y punto.