Ser una persona solidaria está en nuestra cabeza

La diferencia entre ser avaro y solidario está en la amigdala, una estructura cerebral de la que también brotan el miedo y la rabia, entre otras emociones, sostiene una investigación publicada en la revista Nature. Para averiguar de qué modo se opta por una u otra actitud, científicos japoneses del Instituto de Neurología de la Universidad de Neurología de la Universidad de Tamagawa pusieron en marcha una serie de experimentos.

Los resultados mostraron que a las personas prosociales no les gustaba los escenarios injustos y respondían de forma acorde mientras que las decisiones de las personas individualistas no se veían influidas por lo justo que fuera la situación. Los investigadores descubrieron que la actividad en la amígdala del cerebro difería entre estos dos grupos, con una mayor actividad en las personas prosociales que mostraban aversión a la desigualdad.

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