Seducir es un arte. Ya nadie lo niega. Pero la verdad es que hay muchas maneras de seducir. Se puede seducir con la mirada. Se puede seducir con el paso. Se puede seducir con la voz. Todo ello son cuestiones que casi van impresas en nuestra naturaleza, hay personas seductoras, y las hay que no lo son. Pero la seducción se puede aprender, y hoy en Pasiones, les vamos a contar como seducir con joyas.
Para empezar, tenemos que preguntarnos a nosotros mismos cual es la parte estrella de nuestro cuerpo, aquella en la que creemos tenemos un mayor potencial seductor. ¿Las manos? ¿El cuello? ¿Las orejas? ¿Los dedos? ¿El escote? Según sea nuestra respuesta debemos elegir una u otra joya y sacarle el mayor partido.
Si nos decidimos por un anillo juguetear con las manos al tiempo que hablamos, sin exagerar, puede resultar para algunos hombres un verdadero potencial de seducción. Las más atrevidas que elijan su escote, pueden apostar por un largo collar que deje entrever lo que escondemos e insinuamos al mismo tiempo y cambiarlo de sitio en determinados momentos de conversación. Si usan muchos gestos al hablar y se mueven, unos pendientes largos con un recogido harán mucha gracia al que tienen delante y desean conquistar.
Sin embargo, hay que recordar que para seducir, hay que estar seguros de sí mismos, y precisamente de eso depende una u otra elección. Si están seguros, la seducción casi sale sola.