Probablemente si tienen entre 18 y 30 años se hayan enamorado de ese nuevo estereotipo que ha nacido en la última década del hombre metrosexual. Y pongo esa franja de edad porque más allá, las mujeres creen que el hombre de verdad debe por norma tener pelos en el pecho, y eso, al menos a mi no me gusta pero nada. Y aunque a una mujer no se le pueda preguntar la edad, yo les cuento la mía, porque a mis 26 me meto dentro del grupo de mujeres que amamos al metrosexual. Pero ¿por qué nos gusta?
En realidad, el metrosexual es todo lo que el hombre no era hasta ahora. Alguien que se cuide, que se vista a la moda, que se arregle tanto como nosotras y que incluso se atreva a depilarse para estar más mono pudiera parecerles a nuestras abuelas, e incluso a alguna de nuestras madres que es de todo casi menos un hombre. Entonces ¿qué nos pasa?
Para muchos, la explicación está simplemente en el plano biológico y cómo hemos cambiado nuestros roles en la sociedad. Mientras antes nosotras estábamos en casa, cuidando de la familia buscábamos a ese hombre macho que fuera capaz de protegernos y de cuidarnos. Ahora, con una mujer cada vez más independiente, eso deja de ser importante, ambos estamos al mismo nivel y buscamos más un hombre que se cuide, que demuestre su gusto estético y que nos conquiste como nosotras conquistamos.