Y yo que creía que Playboy ya no editaba en papel. ¿Pero quién narices sigue comprando revistas porno/eróticas?, si ahora hay internet. Hay gente pa tó, supongo.
En fin, el caso es que Air Berlin, la aerolínea alemana de bajo coste. llevaba ya unos meses ofreciendo a sus pasajeros masculinos la posibilidad de entretenerse durante el vuelo con una ojeadita a la revista Playboy. Todo transcurría normal, nadie se quejaba, los pasajeros agradecían la experiencia de contemplar un par de tetas a 13 mil pies del suelo y Hugh Hefner se enchufaba otra viagra para celebrar el triunfo del enésimo intento de reflotar la compañía. Hasta que llegó la «típica» y Hefner perdió su erección.
Según publica el diario digital JM Noticias, una simpática señorita de 31 años, que realizaba el trayecto Estocolmo Berlín via Copenhage, protestó escandalizada ante tal derroche pornográfico a bordo que ha tenido a bien en relatar a un periódico sueco. «Me qué sorprendida y le pregunté a la azafata porque tenían Playboy a bordo. Ella me dijo que era para las hombres y que las mujeres podían elegir entre otras revistas gratuitas; y me mostró algunas de cotilleos alemanas». Además, la pasajare añade; «es de enfermos que una compañía aérea ofrezca revistas porno a bordo, cuando viajo en un avión no quiero ir sentada al lado de hombres que estén mirando pornografía».
En principio no hay que preocuparse y es que parece que Air Berlín no piensa retirar la medidad, a juzgar por el diplomático comunicado hecho público hace unos días donde la compañía alemana, además de negar la esencia porno de la revista, alaba los «fántasticos reportajes que lee mucho gente, inlucido el 17% de lectoras de PlayBoy»