La verdad es que vivir juntos, compartir todos los días y con ellos todos los conflictos cotidianos, no es una tarea sencilla. Sin embargo, si ya de por sí es difícil, en muchos casos son nuestras actitudes las que empeoran las cosas. Partiendo de la base de que cada uno dentro de la pareja es distinto al otro, por naturaleza habrá cosas que no soportemos de nuestro partner, pero que tendremos que aprender a saber llevar si queremos vivir en paz.
Precisamente por eso, obsesionarse con los conflictos de siempre es una mala idea para convivir en pareja. ¿Y qué es lo de siempre? Pues depende de cada uno de ustedes, pero los problemas familiares, la falta de colaboración en casa, o la falta de tiempo para dedicar a los suyos suelen ser los más habituales.
Y ojo, que con convivir y acostumbrarse, no me refiero a rendirse ni a decir sí a todo y que cualquier cosa nos baste. Pero con los problemas en la mano, y una actitud positiva, hay que buscar que nuestra pareja entienda lo que necesitamos, pero siempre de forma que no se busque un conflicto de uno que ya existía. Así, en lugar de ¿ya estás otra vez con ir a comer a casa de tu madre todos los fines de semana, no se te ocurre hacer una cosa por nosotros en lugar de por ella? Que les parece un ¿Por qué no buscamos tiempo para hacer planes distintos en familia y los compaginamos con las visitas a tu madre? Es lo mismo, pero dicho de otro modo puede cambiar radicalmente la respuesta. Psicología de pareja aplicada a la vida real, así somos en Pasiones.