Es común relacionar la literatura romántica con un tradicional enfoque pasional y erótico, y es que se ha remontado en clásicas historias amorosas en donde no se presenta más que una pareja en conflictos. Simplemente nada fuera de lo ordinario, pero ¿de eso se trata no? o eso era hasta encontrar una de las ramas de la literatura amorosa que logra desenvolver ese tradicional énfasis. Una literatura “infernal” que cuenta además de la clásica tragedia amorosa, las retorcidas fantasías de una pequeña adolescente.
Todo comienza en los años 20, escondiendo bajo ese ingenuo título las imaginaciones más perversas de una adolescente virgen de tan solo quince años. En esta ocasión Ignoto Severo Morales nos cuenta las aventuras y fantasías de «Purita«, quien virgen, humilde, e inocente llega al pueblo buscando alojamiento con su hermana. Es aquí que ella no solo encuentra refugio, sino también trabajo como costurera. Claro su abierta y curiosa mente muestra más de lo que ella quisiera hacer con su novio «Egidio«. Su imaginación muy frágil y fácil de manejar la llevan a un mundo totalmente diferente al que conocía, y no era muy difícil fantasear con los ruidos que se escuchaban por las noches proviniendo del cuatro de su hermana y su marido. Finalmente todo secreto queda bien escondido en la familia, y es así como Purita esconde su retorcida imaginación del resto del mundo.
Por otra parte la novela pertenece a una extensa colección literaria dictada en los años 20, referente más específicamente a la colección “Novela Pasional”. Aparentes como textos ingenuos, inocentes, e íntegros destapan un portal al erotismo, lo pasional, pero claro sin dejar de lado el toque romántico que en sus principios le dio forma.