Invita a tu deseo, estimula tu imaginación erótica y deja que las musas del cerebro te transporten a un mundo lleno de placeres. Te invitamos a encontrar tus fuentes de inspiración para imaginar y desear más. La imaginación erótica es una de tus cualidades más entretenidas.
Tienes un cuerpo, y también tienes una mente. Las sensaciones, el placer y el deseo tienen mucho que ver con tu cerebro. El deseo intenso da más placer, acrecienta nuestras sensaciones; sin embargo, el deseo es frágil y no entiende de deberes ni de voluntades. Es un ser libre y vuela a su antojo en nuestra existencia. Él quiere gozar de sus musas, y sólo con ellas lo invitamos a entrar en nuestra vida erótica. Nosotros lo invitamos y él viene, pero nunca le damos caza.
¿Personas reales o inventadas?
La inspiración está en todas partes, en cualquier rincón del mundo en que habitamos y también en cualquier rincón recóndito e inexplorado de nuestra mente. Podemos imaginar con un fundamento de realidad y cambiarlo luego a nuestro gusto, pero podemos también fantasear o imaginar toda una ficción, incluso hacer que gente inexistente pueble nuestra fantasía erótica.
Algunos se asombran de que haya quienes fantasean con personas de carne y hueso, por lo que optan por personajes desconocidos. Otras personas, en cambio, se inspiran en lo que tienen cerca en su día a día; y la fuente de inspiración, si es una persona, varía según el momento y la circunstancia. Incluso, puede ser tan real que la fantasía se nos confunde e interacciona con las propias vivencias.