La enfermedad es la consecuencia de la represión de determinadas acciones, que nos produce un bloqueo de energía en nuestro vehículo emocional y se estanca en nuestro organismo en forma de energía «perversa», como la denomina la medicina tradicional china. Esta energía se va acumulando primero en nuestra musculatura y después en todos nuestros órganos, hasta llegar a manifestarse en forma de dolor generalizado y otros síntomas.
MIEDO: Nos paraliza y nos impide avanzar, produciéndonos ira. El miedo está relacionado con los problemas en los riñones y vejiga de la orina. Mucha sal en la dieta, mucha proteína o exceso de complementos minerales pueden bloquear la energía renal.
IRA: Nos produce intolerancia y ansiedad. La ira está relacionada con el hígado, que es el órgano más afectado en la fibromialgia. Con autoconfianza y osadía nos podemos liberar y a nivel externo mejoraremos con una alimentación macrobiótica.
LA FALTA DE COMPASIÓN: Es el no considerar el entorno como parte de uno mismo. El no saber que hacer en cada momento afecta al bazo-páncreas y al estómago. Los dulces, que son excitantes, crean dudas y preocupación.