Ahora son ellos los que rompen la tradición. Menos preuiciosos y más creativos, quieren verse bien y entienden el cuidado como una forma de proteger a los demás; son familieros, se muestran más sensibles y seguros de sí mismos. Cuestión de género, este es el nuevo modelo de masculinidad 2010.
Hacer actividad física (fútbol, caminatas y running están entre las preferidas), usar perfume, comer sano, ir a la peluquería o estar a la moda. En definitiva, cuidar la apariencia. Este es un aspecto constitutivo de la masculinidad hoy, un concepto que se ha modificado y que, a imagen y semenjanza de los hombres actuales, define a serse más (pre) ocupados por verse bien. Los últimos estudios han demostrado que la mayoría de los hombres considera que actualmente la iamgen es «importante o muy importante».
Y no puede sospecharse que detrás de este porcentaje revelador se escanda cierta inconformidad con lo que les devuelve el espejo: más de la mitad expresa, asimismo, estar satisfecho o muy satisfecho. Para ellos, la frase de «los hombres que cuidan apariencia no son hombres de verdad» es una reliquia del pasado que en estos días solo puede inspirar desacuerdo.