El derecho a la “fealdad” ha sido, desde tiempos arcanos, un derecho de exclusividad masculina: son criterios masculinos los que fijan el canon de belleza para el cuerpo de la mujer en cada época. Así a la mujer se le ha exigido desde ser una matrona a la Reubens hasta lucir las famélicas talles de las nuevas generaciones de top models. De hecho, la demanda de “un cuerpo bonito” llega a punto de que la delgadez se puede convertir en una demanda para seguir adelante con una relación de pareja.
Según una encuesta realizada por el sitio AskMen, un 50% de los participantes masculinos dejaría a su pareja si engorda. Un 20% de las mujeres es de la misma idea.
A nosotros, los resultados de la encuesta nos parecen conservadores, y creemos que en ambos lados de la moneda la gordura es una razón para separarse. Algo que, dese luego, no justifica su signos injusto y discriminador, en una sociedad donde todos los días somos bomnardeadas con mensajes y contenidos que muestran cuerpos “perfectos”, pero que cada vez nos aleja más de las posibilidades de una vida sana…
Fuente | Gawker