La maldición del flirteo: ¿Por qué sucede?

Quizá estés preguntándote qué de «maldito» puede haber en una actividad tan disfrutable como un inofensivo coqueteo. Bueno, pues aquí te va nuestra hipótesis: la maldición del flirteo consiste en que éste ocurre cuando menos lo necesitas: ¡al tener una pareja estable! ¿Te ha pasado? La experiencia popular apunta a que a muchísima gente le ocurre tan -aparentemente- inexplicable fenómeno.

La verdad es que, si analizamos un poco los mecanismos de la seducción, podemos desentrañar el misterio y dar una respuesta más o menos certera a la pregunta que quienes se ven en tal situación se hacan con frecuencia: ¿Por qué sucede esto?

Cuando tienen una pareja estable, las personas se relajan. No van por ahí con la ansiedad de ligar ni de encontrar cariño en la gente extraña, lo cual les da un aire de importancia distinta al de la gente que sale, específicamente, “de caza”. Si la relación que tenemos nos hace felices, se nota. Y la felicidad es irresistible para los demás: querrán compartir más y más tiempo a nuestro lado. Suena lógico, ¿no?

Hasta ahora todo muy bien: entendemos por qué sucede, pero ¿qué hacer si nos encontramos en una dinámica de flirteo que no pedimos? ¡Sigue leyendo!

(Continúa….)

Scroll al inicio