Las estadísticas lo dicen: en estos tiempos que corren cualquier argumento que sacuda la dicotomía masculino-femenino tiene cabida. Ya no es todo tan celeste o tan rosa como en otras épocas; tampoco hay una necesidad imperiosa de definirse por uno o por otro color. Entonces, ¿a que se debe este nuevo fenómeno social? ¿Por qué son cada vez más las personas que optan consideran que sienten igual atracción por hombres y mujeres?
¿Será positivo porque ser bisexual duplica las posibilidades de conseguir citas los sábados de noche, tal como se suele decir a modo de broma? Humor aparte, hay quienes se aferran a la biología para desaprobar cualquier vínculo sexual que no sea entre hombre y mujer, o acaso los cromosomas XX y XY están de adorno, se preguntan.
Mientras tanto, otros lo entienden como algo aprendido que incluso puede variar a lo largo de la vida, por lo que cuestionan el encasillamiento. La psicóloga y sexóloga uruguaya Analía Suarez aegura que buscar categorías es «una ilusión porque en definitiva no son más que compartimientos donde catalogamos a las personas según sus prácticas sexuales».
La profesional evita pronunciarse a favor o en contra de los colegas que consideran a la bisexualidad como la antesala de la homosexualidad, como gays no asumidos. Tampoco está totalmente de acuerdo con que sea la tercera elección sexual. «Pensarlo como una tercera orientación es limitado al espectro de posibilidades que viven las personas en lo cotidiano», asegura a modo de deslizar que no todas las personas que tiene algún encuentro sexual.
«Pensarlo como una tercera orientación es limitado al espectro de posibilidades que vien las personas en lo cotidiano», asegura a modo de deslizar que no todas las personas que tiene algún encuentro sexual con un ser humano del mismo sexo son homosexuales. «La ciencia se otorga el poder de categorizar, pero no estaría de más preguntarse quién en realidad debería definir esto. Hay personas que transitan un proceso de autoconocimiento, otras que nunca se lo cuestionaron y unas que se sienten diferentes pero simplemente siguien la línea que les dijeron. En ese recorrido pueden pasar muchas cosas».