Probablemente si eres de las que llevas con tu chico ya un tiempo, aunque tu no te hayas pensado lo de casarte ni una sola vez, amigos y familiares te lo recuerden cada vez que tienen ocasión. Y es que parece que los solteros nos morimos por ir a las bodas de otros, aunque no nos preocupe ni un poco la nuestra. Cosas que pasan… Sin embargo, bromas aparte, creo que son muy pocos los que a día de hoy ven eso del matrimonio como una meta. Y creo que no es más que porque casarse ha dejado de tener sentido. Antes necesitábamos casarnos para independizarnos y la mujer lo hacía para poder vivir su propia vida. A día de hoy, casarse tiene mucho menos sentido práctico y de cambios que en los tiempos de nuestras abuelas.
¿Estás preparada para tu boda? El miedo al matrimonio
Es más, creo que se ha desarrollado entre las nuevas generaciones una especie de miedo al matrimonio. Y no miedo a nada más que a ese papel, sino una especie de miedo subconsciente a que firmándolo vayamos a perder alguno de los derechos o de las libertades, incluso de la independencia que hemos alcanzado hasta ahora. Aunque claro, si la imagen de matrimonio que tenemos es la que nos han mostrado nuestras abuelas, hasta cierto sentido, por parte de la mujer, comprendo dicho miedo.
Sin embargo, lo de casarse, precisamente por todo lo anterior no cambia demasiado las cosas. Basta hablar con la pareja y dejar claros los puntos de cada uno y de lo demás, ya se encarga la convivencia previa al matrimonio, que al fin y al cabo, ahora es lo más común.
Imagen: Hotel Gastronomico Casa Rosalia