Calcular mal el tiempo es señal de inmadurez, narcisismo o fobia social (miedo a llegar el primero) y suele darse, sobre todo, en personas con poca estructuración personal, que no les gustan las responsabilidades, tienen poca autoestima o que, inconscientemente, quieren llamar la atención con sus retrasos, explican los psicólogos de ICE Clínica.También es frecuente que lleguen tarde los narcisistas y las personas de carácter histriónico. El síndrome del «tardón» es especialmente negativo en el ámbito laboral, cuando se perjudican reuniones y citas importantes. Si te reconoces «tardón» y quieres dejar de serlo:
Reflexiona acerca de las razones por las que llegas tarde: pereza, desorden, olvido, miedo a ser el primero, llamar la atención, etc.
Prepara una estrategia para llegar a tus citas 15 minutos antes: levántate con media hora de antelación, coloca despertadores o pon la alarma del móvil, planifica mejor todas tus tareas…
Recompénsate con algo que te guste cuando llegues puntual. Puede ser un paseo por el campo, una buena cena, un capricho que te puedas permitir…
Utiliza una agenda. Está demostrado que las personas que anotan lo que van a hacer cada día cumplen sus propósitos más fácilmente que las que sólo llevan las cuentas en su cabeza.