La verdad es que la vida en pareja es todo un misterio. Somos dos personas distintas que venimos de mundos distintos, acostumbradas cada una de ellas a una cosa, y que unidas somos más fuertes, al menos si la relación está bien; pero si no va tan bien, precisamente esas diferencias se acentúan.
Hoy les vamos a hablar del perdón, porque en muchos casos perdonar supone aceptar un problema que ha debilitado y dolido a una de las dos personas o a ambas. Pero a veces no es tan sencillo perdonar, porque cuando nos ha llegado adentro, las cosas no son tan fáciles de borrar. Pues que se perdone, pero no se olvida. Y eso de no olvidar se convierte en el mayor de nuestros problemas a la hora de continuar.
Puede que hayan valorado y considerado que el perdón es lo correcto y que se merecen una segunda oportunidad. Pero aquellos que no están dispuestos a olvidar, o que no son capaces de hacerlo tienen los días contados. Porque precisamente eso es lo que hará que en los malos momentos, salga a relucir el tema, y que salgan a relucir los errores, y sobre todo que salga a relucir eso que os ha hecho daño. Y cada vez que sale a relucir, aleja más a uno del otro, en una línea sin fin que acabará por marcar una separación.