Más aún si la falta de descanso se produce por el hecho de que es el otro el que no nos deja dormir de noche; ya sea porque ronca, por los horarios que tiene o por la costumbre de muchos de dormir con la televisión encendida. En cualquiera de los casos, la única solución válida al conflicto es lo que solemos recomendar siempre; la comunicación.
Hablar de lo que nos preocupa en pareja, y plantear los problemas que tenemos con el otro y buscar soluciones para que ambos estén bien, aunque siempre deben primar las necesidades básicas sobre las demás, y dormir es una de ellas, con lo que habrá que plantearse cambiar ciertas rutinas o buscar soluciones a los ronquidos para que todo vaya como la seda. ¿No les parece?