La forma de pensar es clave. Piensa positivamente en cada momento, esto te brindará una ventaja fundamental: visualizarás los éxitos y no los fracasos. Comience por evitar rodearse de gente pesimista y ambientes negativos.
Decide tus sueños y objetivos con concreción. No digas: «Me gustaría empezar a hacer gimnasia este mes», sino «voy a empezar a hacer gimnasia este mes», y cúmplelo.
Sujeto de acción. Los objetivos no tienen sentido si éstos no se pasan a la acción. Ejecútalos sin vacilar: compra tu ropa de deporte, anótate en el gimnasio y controla tu rendimiento.
Nunca dejes de aprender. Toma clases, lee un libro o haz lo que te parezca le parezca para adquirir nuevas habilidades.
Se persistente, trabaja duro y analiza los detalles. Mantén tu objetivo y luche por él, pero obtén todos los datos y las claves necesarias para ello. Esto te ayudará a tomar las decisiones más sabias. Aprende de tus errores, pero no dejes que éstos lo batan.
No temas ser innovador. Es más, procura serlo. El mundo progresa y se mueve continuamente.
Actúe con honradez. Tome la responsabilidad de lo que hace: si hace una promesa mantenla y cuando cometas un error admítelo.