1) APRENDER A HACER PREGUNTAS que logren enfocar la mirada interior del otro hacia aquella área mental que conviene iluminar. Por ejemplo, si estás hablando con una persona excesivamente egoísta y exigente con su pareja, en vez de decirle «observa lo injusto de tu conducta», pregúntale: «¿hasta dónde te parece que puede ser injusta nuestra conducta con el otro cónyuge?» A partir de tus reflexiones, será él quien se dé las respuestas que necesita.
3) RESPETAR. Si el paciente llora, conviene permitírselo con pleno respeto a sus emociones liberadas y apoyo silencioso, evitando cortar dicho proceso y dejando que el llanto llegue hasta el final.
4) LIMPIAR la herida emocional mediante conciencia y reflexión de todos los detalles conocidos y desconocidos implicados, Por supuesto, primero tenemos que aliviar a la persona, es decir, a recuperar el sueño. las ganas de comer y relacionarse, así como la esperanza de que lo que sucede tiene solución
5) CRECER, es decir, orientar la dirección de crecimiento integral del propio paciente como método fundamental de solución.