Las disfunciones son un proceso que necesita tiempo, voluntad, paciencia y dedicación tanto del que la padece como de su compañero sexual. Gran parte de las dificultades se resuelven a través de la relajación, la respiración consciente y la conciencia plena de las sensaciones consigo mismo y con los demás.
Puede ser útil aprender técnicas de respiración, yoga o ejercicios de conciencia corporal. En los casos más difíciles se puede requerir ayuda y guía especializada. La visión oriental de la sexualidad (según el Tantra o el Tao) aporta también muchas soluciones. Se necesita más conciencia, tiempo y paciencia; aprender a respirar de manera distinta, a reconocer el propio cuerpo y el del otro, entrar en una comunión con la esencia que sólo es posible a través de la calma y la conexión.