Aunque he de decir que tengo pocos problemas con el tema que voy a tratar hoy en nuestro blog Pasiones, ya que con el carácter fuerte que tengo suelo decir más veces que no que que sí, pero conozco mucha gente que no lo hace y que por culpa de ello se mete en serios problemas. La verdad es que aprender a decir no es una lección que a muchos se les quedó olvidada en la infancia y que ocasiona inconvenientes a por doquier.
Aprender a decir no es algo para lo que deberíamos remontarnos al pasado, y créanme no es una falta de educación ni mucho menos. Decir no es lo mismo que decir sí y aunque hay muchas maneras de hacerlo, no deberíamos perder más tiempo inventando excusas y buscando quedar bien con todo el mundo por no pronunciar el otro monosílabo.
Quizás necesiten entrenar con ello, pero empezar lo antes posible les demostrará que además de no ser tan difícil es algo bueno para ustedes mismos, porque si no tienen que inventar excusas y hacer cosas que no son de su agrado será mucho más sencillo ya no solo convivir con las personas que más quieren, si no también estar contentos con ustedes mismos. Así que, que me dicen ¿se atreven a probar la terapia del no?