Existen dos tipos de soledad: la ocasionada por la carencia de amigos y la provocada por las relaciones superficiales e insatisfactorias. Según algunos psicólogos, la soledad se ha convertido en «la peste del siglo XXI». Cada vez se extiende más, sobre todo en las grandes ciudades, donde el contacto humano va perdiéndose de forma gradual.
Aunque estés rodeado de gente, puedes sentirte increíblemente solo, lo que puede dar como resultado ansiedad, depresión, insomnio e incluso derivar en una adicción a las drogas y al alcoholismo. Hay una forma evidente de combatir la soledad y es ampliando la red de amigos. Pero ¿cómo se consigue? Apunta las siguientes estrategias:
- Fortalece tu autoestima. Conócete, acéptate y quiérete como eres. Una buena autoestima te ayudará a rechazar relaciones insatisfactorias y a profundizar en las que lo merecen.
- Vence la timidez. Si eres tímido te aferras a lo que conoces; oblígate a tratar a personas nuevas en tu edificio o en tu lugar de trabajo.
- Profundiza en tus relaciones. Si tus colegas siempre están a punto para la fiesta pero desaparecen cuando tienes un problema, tal vez sea hora de buscar verdaderos amigos. Intenta hablar más de ti, de tus sentimientos.Verás cómo poco a poco te abres a otras personas.
- Utiliza el contacto físico. Procura tocar a la gente con quien convives a diario y permite que te toquen: una palmada en el hombro o un abrazo te ayudarán a estrechar lazos.
- Aprende a escuchar. Muchas veces estamos tan imbuidos en nuestros propios asuntos que nos cuesta detenernos a escuchar a los demás. Sin embargo, si empiezas a practicar la escucha activa, mostrando interés, verás cómo te resultará más fácil relacionarte.
- Sé solidario. Si has conocido la soledad y has aprendido a superarla, ten empatía y solidaridad con otros que se encuentran en la misma situación. Será tu granito de arena, tanto para ellos como para ti mismo.