Roles de Género (Amantes)
Se refieren a nuestra condición como hombres o como mujeres. Los usamos con nuestra pareja en plan erótico, amoroso o de intimidad y, en definitiva, sustentan la relación porque generan vínculos de apego y compañerismo. Aquí, somos totalmente primitivos. A ellos les gusta liderar, sostener y proteger a sus compañeras; los satisface conquistarlas y halagarlas. En contraposición, ellas gustan de mostrarse vulnerables, volátiles, caprichosas, amorosas y seductoras.
Son los que debemos adoptar para garantizar el cuidado y manutención de los hijos. Ellas requieren ser nutridoras, amorosas, comprensivas y formadoras. Ellos precisan ser buenos proveedores, y al igual que sus mujeres, prodigar amor y abrir canales de comunicación con sus hijos. Ambos padres deben desempeñar roles lúdicos a la vez que firmes y congruentes, y nunca olvidar que la autoridad y el control los ejercen ellos y no los hijos.
Roles Sociales (Esposos)
Son las reglas del juego que nos hacen funcionar en sociedad. A través de ellas recibimos gratificaciones, como el reconocimiento, estatus y prestigio. Además, consolidan la formación de la familia. Como esposa, una mujer se despliega como administradora del hogar, se encarga de transmitir las tradiciones familiares y establece el orden y la dinámica de la casa. A ellos les toca proteger su hogar y a su familia, sustentarla y erigirse como un sostén que los arraigue y dé firmeza. Marchar codo a codo y apoyarse mutuamente es fundamental cuando se está operando desde este lugar.