En cualquier circunstancia duele sentir la desconfianza de la familia, pero también es verdad que debemos ser los primeros en conceder ese voto de confianza «perdida» y permitir que nuestros familiares aclaren el por qué de su proceder. La incomunicación en el entorno familiar da lugar a los desestabilizantes secretos de familia. Aprende a combatir el origen de tanta desconfianza con los siguientes consejos de los especialistas:
– No existe la familia perfecta. En todos las relaciones humanas existen dificultades de comunicación. Los motivos pueden ser diversos: sobreprotección, etiquetado, dificultades personales…Conocerlos nos ayudará a modificarlos y también a ser más comprensivos con otros. Cambia tú lo que consideres, pero no te enfades si ellos no lo hacen, esa es su responsabilidad.
– Lo que sentimos nunca es una tontería. Los sentimientos son un termómetro de lo que nos afecta y es bueno hacerles caso, es un indicador de algo que hemos de resolver. No los elegimos y por ello no vamos a criticarnos, pero tampoco soluciona quedarse en el enfado.
– Actúa serenamente. Reconocer tu enfado no tiene por qué llevarte a mostrarte desagradable con tu familia. Quizás sería bueno dejar salir tu rabia con alguien ajeno a la familia, una amiga de confianza o tu pareja, por ejemplo. Servirá para desahogarte y ver las cosas de otra forma.